¿ Sabes, cuánto tiempo he pasado por alto esta fecha, tratando de evitarla para qué no doliera?... hace mucho qué no estamos juntos. Tu foto me trajo recuerdos, de esos qué yo creí tenerlos apretados en un rincón para qué no dolieran...y fue tu nieta quién recordó tu vida y su historia.
¡Qué orgulloso has de estar de ella, al ver qué trae de ti, ese gusto por escribir...!
¡Qué fresco está en su memoria, el tiempo qué pasaron juntos ! Y las lágrimas vinieron sin pedir permiso, inundandome él alma, poniendo luz allí, dónde todo éste tiempo evité llegar... allí dónde tantas cosas queridas hoy duelen y mucho, porqué no estás.
-Andiamo Claudia...!
-¿ A dónde, papá ?
- Andiamo al Parque Rodó, che una bellíssima tarde... ¡forzaaa!
Y allá íbamos agarrados de la mano. Tu perfume de lavandas fresca y cedro lo envolvían todo... Nadie, pudo tener tan gallardo rey acompañante, cómo mi papá. De figura fuerte cómo su carácter y corazón de gelatina derritiéndose, cuando mirándome con sus ojos verdes y sonrisa picaresca me decía : -" Tú sei mi princesa. "
Y nuestro reino eran, aquellas caminatas por la rambla, nuestras idas al cine Opera y a la salida, pasar por la confitería La Esmeralda. Tomar chocolate y comer masas, mientras comentábamos la película qué habíamos visto. Era nuestra salidas de invierno... Luego, despacito despacito, entre risas y comentarios, agarrados de la mano, llegábamos a palacio.
Me reconozco en tú música, en el gusto por el arte y lo medio "ratón de biblioteca" así cómo tú, que recuerdo, siempre entre los dos, libros. Me enseñaste apreciar, lo bueno del habito de la lectura. Eso, nos acompañará siempre...
Recuerdo el ramos de flores qué me entregaste, cuándo la primera audición en el Teatro del Sodre. Y en el primer año de piano, después de dar el exámen, te dediqué "Para Elisa".
Un ¡ Bravo...! llenó la sala. Parado ahí, vi brillar tú mirada y tu sonrisa. Por eso amo la música clásica: Tchaikowsky, Chopin, Verdi, Carusso... y las canzonetas napolitanas. Seguro tú espíritu, vaga de tanto en tanto, por esas callejuelas de tú Nápoles querido. Mientra tarareas una melodía, vuelves a ese mar de aguas azules y cristalinas de Santa María, tú pueblo natal... Vuelves, por la otra mitad de tú corazon que allí te quedó esperando.
O sole mio
Che bella cosa na jurnata'e sole !...
N'aria serena doppo a na tempesta...
Pe' ll'aria fresca pare giá na festa...
Che bella cosa na jurnata'e sole !
........... Te quiero, papá...
¡Qué orgulloso has de estar de ella, al ver qué trae de ti, ese gusto por escribir...!
¡Qué fresco está en su memoria, el tiempo qué pasaron juntos ! Y las lágrimas vinieron sin pedir permiso, inundandome él alma, poniendo luz allí, dónde todo éste tiempo evité llegar... allí dónde tantas cosas queridas hoy duelen y mucho, porqué no estás.
-Andiamo Claudia...!
-¿ A dónde, papá ?
- Andiamo al Parque Rodó, che una bellíssima tarde... ¡forzaaa!
Y allá íbamos agarrados de la mano. Tu perfume de lavandas fresca y cedro lo envolvían todo... Nadie, pudo tener tan gallardo rey acompañante, cómo mi papá. De figura fuerte cómo su carácter y corazón de gelatina derritiéndose, cuando mirándome con sus ojos verdes y sonrisa picaresca me decía : -" Tú sei mi princesa. "
Y nuestro reino eran, aquellas caminatas por la rambla, nuestras idas al cine Opera y a la salida, pasar por la confitería La Esmeralda. Tomar chocolate y comer masas, mientras comentábamos la película qué habíamos visto. Era nuestra salidas de invierno... Luego, despacito despacito, entre risas y comentarios, agarrados de la mano, llegábamos a palacio.
Me reconozco en tú música, en el gusto por el arte y lo medio "ratón de biblioteca" así cómo tú, que recuerdo, siempre entre los dos, libros. Me enseñaste apreciar, lo bueno del habito de la lectura. Eso, nos acompañará siempre...
Recuerdo el ramos de flores qué me entregaste, cuándo la primera audición en el Teatro del Sodre. Y en el primer año de piano, después de dar el exámen, te dediqué "Para Elisa".
Un ¡ Bravo...! llenó la sala. Parado ahí, vi brillar tú mirada y tu sonrisa. Por eso amo la música clásica: Tchaikowsky, Chopin, Verdi, Carusso... y las canzonetas napolitanas. Seguro tú espíritu, vaga de tanto en tanto, por esas callejuelas de tú Nápoles querido. Mientra tarareas una melodía, vuelves a ese mar de aguas azules y cristalinas de Santa María, tú pueblo natal... Vuelves, por la otra mitad de tú corazon que allí te quedó esperando.
O sole mio
Che bella cosa na jurnata'e sole !...
N'aria serena doppo a na tempesta...
Pe' ll'aria fresca pare giá na festa...
Che bella cosa na jurnata'e sole !
........... Te quiero, papá...
9 comentarios:
jjodido.
entiendo perfectamente, por eso no miro fotos.
madre!!..
quisiera conocerte.cuántas cosas..bambina!!
supongo q todos tenemos un pasado..el mío está entre andalucía y alemania..yo q se!!
debería informarme.
besosssss!
Y sí...,Bichicome bastante..., pero creo qué más qué los recuerdos, duele tenerlos ahí apretados,mejor dejarlos salir... Saludos.
Hola Manolito!!!Es bueno tomar contacto con lo Nuestro...ahunque a veces pueda ser medio embromado.Ya vez, todo lo qué resultó de ver una foto! Arrivederchi,caro.Bss.
Hola willow...conmovedoras palabras que me hacen viajar, soñar y emocionarme profundamente. Bello Blog...volveré. La vida se abre paso..un afectuoso saludo.Me siento como en casa en tu Cueva en el Árbol.
Bienvenida a esta cueva, Cabalayka,un gusto de encontrarte por acá. Gracias por tus hermosas palabras. Cariños.
Muy lindo y emotivo, se siente mucha ternura, saluditos willow.
Hola Aguatero! Gracias querido,por llegarte por la cueva.Espero verte más seguido y conocer tu parecer...No te pierdas!Un abrazo grande.
Te entiendo perfectamente, yo he pasado por lo mismo, no es mucho lo que pueda agregar.
A tí Hugo,también agradezco tu compresión.
Seas bienvenido,por esta cueva.
Un beso.
Publicar un comentario